lunes, 12 de octubre de 2015

“La Resistencia Indígena en América”

El 12 de octubre de 1492, hace hoy 523 años, se conoció como el día del Descubrimiento de América, ocultándose así el más grande genocidio en la Historia de la humanidad. Genocidio que acabó con la vida de aproximadamente 90 millones de indígenas; desapareció civilizaciones enteras; perpetró el saqueo de las riquezas existentes y destruyó las culturas autóctonas del continente Americano.
Por lo que el 12 de octubre de 1492, nació la “Resistencia Indígena en América”. Resistencia que aún persiste ante el despojo y atropellos, de los cuales son objeto algunas comunidades indígenas que sobrevivieron, a la
matanza de los europeos.
Los indígenas vivían felices en estas tierras, en perfecta armonía con la naturaleza, felicidad que terminó con la llegada del invasor, que trajo consigo entre otras calamidades, violaciones de las indígenas, saqueos y matanzas.
Los indígenas americanos proporcionaron a los conquistadores los datos para ubicar las minas, les ofrecieron técnicos, especialistas, peones y aportaron un cierto desarrollo de las fuerzas productivas, que facilitó a los españoles la tarea de la colonización.
A través de los misioneros, pusieron en marcha un brutal proceso de adoctrinamiento por la fuerza, practicando la abolición de sus dioses y sus creencias milenarias. Para fortalecer estas prácticas la Iglesia da inicio a las “apariciones” de las Vírgenes, quienes por supuesto premiaron a los caciques sumisos con el milagro de su aparición, como fue el caso de Coromoto, quien se rindió y entregó su gente al invasor.
Fue tan feroz la resistencia indígena en Venezuela, según cuenta Eduardo Arcila Farías en su libro "Economía Colonial de Venezuela", que mientras los virreinatos de Nueva España, del Perú y Nueva Granada eran ya dominios florecientes, a los que España debía buena parte de su grandeza, los colonizadores no habían podido pasar de la costa, pues varias tribus continuaban guerreando en su empeño por sacar de sus territorios a los invasores.
El Inca Atahualpa y el cacique Guaicaipuro fueron de los jefes indígenas más destacados en América. Guaicaipuro es orgullo del pueblo venezolano, por ser el primer indígena que logró una coalición para derrotar a los invasores.
Ha sido rescatado el verdadero y auténtico significado de esa fecha, que los pueblos del continente han rebautizado como el "Día de la Resistencia Indígena", en justo homenaje a la comunidad aborigen americana, que enfrentó al invasor español y a la religión.
Fray Bartolomé de las Casas, denunció la brutalidad de los conquistadores hacia los indígenas para arrebatarles el oro, la plata y su libertad, al narrar en su "Brevísima relación de la destrucción de las Indias", los crímenes cometidos por los invasores en la isla de La Española (hoy Santo Domingo), en uno de sus pasajes señala lo siguiente:
“Entraban los españoles en los poblados y no dejaban niños ni viejos ni mujeres preñadas que no desbarrigaran e hicieran pedazos. Hacían apuestas sobre quién, de una cuchillada abría un indio por medio o le cortaban la cabeza de un tajo. Arrancaban las criaturas del pecho de sus madres y las lanzaban contra las piedras. A los hombres les cortaban las manos. A otros los amarraban con paja seca y los quemaban vivos. Y les clavaban una estaca en la boca para que no se oyeran los gritos. Para mantener a los perros amaestrados en matar, traían muchos indios en cadenas y los exponían a los perros, que los mordían y los destrozaban. Organizaban carnicerías públicas de carne humana. Yo soy testigo de todo esto y de otras maneras de crueldad nunca vistas ni oídas".
Cuenta la historia que el cacique Hatuey, de Santo Domingo, quien logró escapar de la carnicería, huyendo a la vecina isla de Cuba, donde organizó la resistencia indígena, fue perseguido, hecho prisionero y condenado a morir en la hoguera. Ese fue el destino de  la población indígena cubana, la que fue brutal y totalmente exterminada.
Finalizamos con un poquito de historia sobre los indígenas cubanos y nuestro dolor por el hecho de saber, que fueron exterminados por los invasores europeos al apoderarse de nuestra amada Cuba. Desde la época precolombina el territorio cubano se pobló por los indios arauacos, también llamados arawaks, procedentes de la zona norte de Sudamérica.  Hacia el año 500 de nuestra era, se empezó a asentar en nuestra Isla caribeña, una cultura que se extendió y amplió durante varios siglos, resultando la población humana que los españoles encontraron cuando llegaron a nuestro archipiélago. Estos grupos transitaron hacia el norte de Sudamérica, por un afluente del Amazonas y llegaron a la cuenca del Orinoco. Por este rio descendieron hasta las costas caribeñas de Venezuela y Guayanas. Las vías fluviales eran las únicas para circular debido a la impenetrabilidad de los espesos y densos bosques para grupos humanos. Estas prácticas les formaron como nuevos navegantes, excelentes constructores de canoas y muy buenos pescadores, colocándose en condiciones privilegiadas para su asentamiento en Las Antillas. Una vez en la desembocadura del Orinoco y en las costas de Venezuela y Guayanas, la corriente impetuosa de este rio, que se adentra profundamente en el Caribe, les facilitó llegar al arco de Las Antillas Menores y a través de éste, a Las Antillas Mayores, incluida Cuba.
No caben dudas, según nos manifiesta Oscar Ruiz Miyares, de la pertenencia arauaca de los grupos del Neolítico cubano, entre ellos los tainos que elaboraban el casabe o pan de yuca, el uso del tabaco y el tejido de hamacas de algodón. La huella del tronco lingüístico arauaco, la encontramos en numerosos vocablos de frecuente uso en Cuba, como son los nombres propios de lugares: Bayamo, Jagua, Caney, Camagüey, Jiguani, Baracoa, Habana y Cuba, y los nombres de frutas y árboles como: güira, guanábana, guayaba, anón, ají y aguacate.
Sirva este sencillo trabajo para rendir el merecido homenaje a nuestras poblaciones indígenas y a sus aguerridas luchas, en defensa de sus tierras y el derecho a vivir en ellas en paz y libertad.

Colaboración: Lourdes Sosa Domínguez.

ACCREVEN y Clubes Martianos.  Venezuela.